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Más allá de planificar

  • Foto del escritor: Maya
    Maya
  • 26 ene 2018
  • 5 Min. de lectura

Una de las cosas que más me ha costado con la alimentación es el organizarme las comidas: no comprar de más o cosas innecesarias, planear menús, tener en cuenta mis necesidades en cada momento, no agobiarme...


Porque lamentablemente si no quieres acabar con cualquier cosa, rápida y monótona; no puedes ir con el tiempo pegado ni tirar de lo que haya en la nevera. Así no te alimentas en condiciones, y tampoco le pones una conciencia.


Es realmente importante para mi tomarme un momento para saber qué necesita mi cuerpo: si el día va a ser duro, si va a ser más ligero, si me tiene que venir la regla, si hace frío, si hace calor, si tengo que hacer una cosa u otra... Porque las necesidades nutricionales de éste, no van a ser las mismas según mi día. Y es por ello, que en parte no creo en un menú semanal -como mínimo la forma convencional de hacerse un menú diario para cada día de la semana de forma rígida y estricta-. Por este motivo, he empezado a generar las “Cards”.


Para ello, ha sido super importante tener claro qué es lo que uso y lo que no uso de forma habitual, y por lo tanto saber qué tengo y qué no tengo en mi despensa.


Organización


Como os he dicho, no creo en un menú rígido para toda la semana. Para mí, ha sido mucho más fácil generarme 14 menús -dos comidas diarias- para toda la semana. Y sí, de forma principal las estructuro según las necesidades que voy a tener cada día; generando así lo que se conoce de forma convencional como una planificación de menú semanal. Por este motivo, he empezado a generar las “Cards”: para tener un recetario catalogado y que la organización de este menú sea más sencillo.


¿Pero que pasa si un día voy con menos tiempo? Pues es tan sencillo como cambiar el menú que me tocaba por otro en otro día de la semana.

Y es por ello, que entre esos menús tengo en cuenta el factor tiempo, e incluyo platos más sencillos, o que tengan menos preparación para poder llevarlos a cabo si eso ocurre.


Para que esto sea posible, no sólo hay que hacer la planificación de menús y la lista de la compra, sino que además tengo que hacer muy bien la lista de la compra, tener muy bien organizada la nevera y tener cosas previamente preparadas en ella.


Preparación previa


La primera vez que empecé con la preparación previa de alimentos iba bastante perdida: no sabía cuanto me duraban los platos en la nevera, que quedaba bien, que no; que se estropeaba antes, cómo tenía que guardar ciertos alimentos para su mejor conservación...


Y es que cuando empiezas a llevar bien todo esto, le dedicas un poco de tiempo y ves que cuando haces la comida tardas super poco y que encima gastas lo que compras y no desperdicias nada o muy poco... Ves lo mucho que ahorras y lo mucho que ganas.



Arroz: para mi un indispensable en mi nevera. Procuro que sea integral, pero también lo consumo refinado -depende de lo que me apetece-. La forma que tengo de prepararlo es algo peculiar, básicamente porque de esta forma queda entero, suave y suelto, aunque aglomerado: al estilo Japonés. Dura aproximadamente 8-12 días. 


Caldo: Siempre, siempre procuro tener caldo casero preparado y envasado en el congelador. Lo dejo listo para usar por raciones, así lo puedo descongelar entero y no tengo que tirar nada. Durabilidad indefinida.


Cremas: Si son de verduras, aguantan tranquilamente 5-6 días. Si estas llevan caldo de pollo o leche/nata 5 días.


Lechuga, apio, perejil: la lechuga la envuelvo en papel y la pongo en una bolsa de plástico o bien agujereada o bien abierta. Por otro lado, el apio y el perejil se conservan mejor varias semanas envueltos en papel de cocina y metidos en una bolsa: si que es cierto que hay que ir cambiando el papel cada semana, pero vale la pena si podemos usar un apio entero. Otra opción es congelarlo: lo dejo bien preparado y cortado. Dura aproximadamente 2-3 semanas.


Ajo y perejil picados: varios ajos, perejil, sal y aceite en una procesadora de alimentos; debe quedar troceado, no un puré. Se pone en un tupper de plástico y al congelador. Con una cuchara calentada previamente bajo el grifo con agua caliente, podremos sacar fácilmente cucharadas de este mejunje, y ponerlo en setas, pollo, verduras... para así darles un poco de sabor. Durabilidad indefinida 


Cebolla: Procuro siempre tener cebolla fresca, pero siempre tengo alguna cortada -al gusto- y congelada. Después, sin descongelar directamente en la sartén conseguimos que se "poche" en muy poco tiempo, y así acabar antes de cocinar. Otra opción, es hacer más cantidad cuando friamos cebolla, escurrirle bien el aceite y en un tupper a la nevera dura aproximadamente 5-6 días.


Zanahorias: Las que compro son ecológicas y vienen un una tarrina de cartón. Con esta misma tarrina las guardo en la nevera tapadas -con un trozo de cartón- para que absorba la humedad y se mantengan por dos a tres semanas -aunque sinceramente, nunca suelen durar tanto :D-.


Fruta: a no ser que sea fruta que pueda consumir de forma rápida -véase una manzana o una pera-, prefiero pelarla y dejarla preparada en la nevera. Por ejemplo el persimmon -dura una semana-, la granada -dura unos 5-6 días- o bien el mango -dura como mucho una semana, depende del punto de madurez de éste-. 


Carne y pescado:  para mi gusto, desaconsejo totalmente dejarla preparada y cocinada en la nevera. Se secan demasiado y prefiero hacerla al momento. Lo que si que hago, es comprar cantidad y dejarla envasada al vacío preparada según raciones: así al descongelar NO desperdicio.


Yogures: Compro el de oveja del cantero de leteur -tiene una textura muy parecida al griego, siendo un poco más consistente, me chifla- y una vez los abro, los he llegado a aguantar en su mismo tarro hasta un mes sin que les pasara nada. Eso si, ¡la cuchara siempre limpia para sacarlo!


Setas: Es más fácil mantenerlas en la nevera en una bolsa de cartón, pero a falta de ésta una bolsa de plástico con un par de hojas de papel de cocina en el fondo, y mantenerla siempre abierta. Me han llegado a durar hasta un mes abiertos.


Pan: Siempre que preparo pan, en cuanto han pasado 24h, lo corto a rodajas y lo congelo, así lo tengo preparado para cualquier momento: enciendo el horno, y lo pongo sobre la rejilla para que se descongele y se tueste. Durabilidad indefinida.


Zanahoria y brocoli: la zanahoria suelo dejarla guardada como os he contado antes, pero para ir algo más rápida me corto unas pocas a rodajas para ensaladas o para saltear. El brocoli siempre lo dejo arreglado y cortado listo para usar en un tupper. Aguanta perfectamente en compañía de la zanahoria, y pueden durar más de una semana así.


Col lombarda: Cortada y arreglada dentro de un tupper en la nevera. dura varias semanas sin mantenimiento.


Brotes: En la misma bolsa, sin cerrar. Duran varias semanas, sobretodo depende de los brotes: alfalfa dura algo menos, puerro y rabanillo aguantan más.

 

Puerro: suelo dejarlo cortadito a trozos y lo congelo: lo uso para caldos, así que de esta forma me es más fácil. Sino, a rodajas a modo cebolla para salteados. Durabilidad indefinida.


Espero que estos consejos os sean de ayuda, a mi me han facilitado mucho la vida. No soy una experta, por lo que si queréis enviarme los vuestros, ¡no dudéis en contactar!


Maya~

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