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Mi dieta Nómada

  • Foto del escritor: Maya
    Maya
  • 26 ene 2018
  • 5 Min. de lectura

Cuando empecé con los cambios de dieta, como sabéis, seguía la dieta paleo. Para mí fue un cambio muy radical, pasé de comer de todo a comer prácticamente nada, desde mi punto de vista.

Pasé de comer procesados, a no comer ninguno. Pasé de comer cereales a no comer ninguno. Ni dulces, ni azúcar, ni nada cuyo ingrediente no conociera o fuese malo para el organismo: E-'s, potenciadores de sabor, aceites de girasol, palma, manteca de cerdo no ibérico... Vamos, que hice borrón y cuenta nueva. Y lo llevé bastante bien, por un tiempo: cuando iba a ciertas reuniones era un engorro, me costaba decir que no, y aunque no comía me apetecía. ¿Y eso porque? Pues tan sencillo, estaba mentalizada pero no lo tenía integrado. No lo comía porque no podía, no porque no quería. Parece lo mismo, pero no lo es, porque cuando lo íntegras no hay remordimientos, porque fluyes contigo mismo y además de ser consciente, lo has integrado en los pilares morales de tu persona.


¿Y cuando hice el cambio?


Con el tiempo, cuando empecé a no ser tan estricta, cuando cambié de mentalidad y me di cuenta -en mi caso particular- de que me estaba poniendo barreras, no derrumbándolas: mentalmente para mí era muy duro, y eso me estaba ocasionando más mal que bien, me planté y me dije: "A ver Maya, que estás haciendo. Estas descartando comida porque según un colectivo dice que es malo para el organismo por x motivos. Vale, ok. Pero... ¿a ti te sienta bien? ¿Te genera repercusiones en X periodo de tiempo? ¿Realmente es nefasto para el organismo? En ese momento, es en el que realmente empecé a conocer a mi cuerpo. En ese momento empecé a escucharme y a saber que era para mi y que no. Por ejemplo, a mi en concreto no me sienta bien el trigo (por el gluten), pero sin embargo la espelta la puedo tolerar: su contenido en gluten es inferior. Y que lo tolere, no quiere decir que me atiborre de ello o que lo incluya para mi día a día, quiere decir que en momentos ocasionales puedo tomarlo siempre y cuando sea de calidad (harina integral, masa madre y estas cosas).

Por otro lado -tras todo el proceso de limpieza- tras la paleo he cambiado muchos hábitos. El concepto de desayuno ya no es tostadas con mermelada y mantequilla, o un cruasán o una bollería, o leche con colacao. Tampoco un zumo. Prefiero unos buenos huevos eco en AOVE, con aguacate y arroz, bacon o fruta. O un batido de avena con frutas. O un poke recién hecho. O una sopa. Es tan sencillo como escuchar a mi cuerpo: ¿que necesitas hoy? Y dárselo.

Otro tema, que me gustaría dejar claro, es que no os agobiéis con la comida. Comprad según vuestro bolsillo, y si no os podéis permitir siempre carne de pasto, huevos eco o fruta bio/eco/orgánica. NO OS LAMENTÉIS. Adaptad la dieta a vuestro bolsillo. Yo miro de priorizar: los huevos, son siempre eco, y si ese mes/semana/dia tengo que recortar, NO COMPRO HUEVOS. Pero si por ejemplo, lo que no me puedo permitir es el gasto de una partida de carne de pasto, compro la carne de la mejor calidad que me pueda permitir, intentando evitar el pollo en este caso. El pescado, intento que sea fresco y salvaje, pero sucede lo mismo si tengo que recortar un poco ese mes: lo que cuenta, es que mi alimentación es consciente, comida real y lo más natural posible en cada momento. 


El entorno


No es fácil hacer un cambio de este tipo en el ambiente en el que estamos, dónde una pirámide nutricional, está hecha por un sector agrario. O dónde en los hospitales dan galletas maría con mantequilla y mermelada a los enfermos para desayunar. Vivimos en un ambiente OBESOGÉNICO. ¿Obeso.. qué? Obesogénico. 

Un entorno obesogénico, se define como la disponibilidad en todo momento de alimentos procesados, ricos en azúcares, un entorno y estilo de vida sedentario. Ahí entran en juego los grandes pasillos de los supermercados, repletos de miles de productos procesados, las llamadas "porquerías". 

Pero esto, no sólo está fuera de casa: todo empieza dentro, en el seno familiar dónde desde pequeños aceptamos lo hábitos de salud, la alimentación y la vida sedentaria Al crecer, el niño se hace adulto y tiene que enfrentarse a un ambiente dónde los productos procesados están por todos lados. 

"Aunque los factores hereditarios son importantes, el genoma humano no ha cambiado en tan poco espacio de tiempo. De ahí que los factores ambientales o del entorno jueguen un papel primordial en el desarrollo de esta epidemia mundial de obesidad, creando el llamado “ambiente obesogénico”, caracterizado por la abundancia de alimentos y el sedentarismo. Con frecuencia el acto de comer adquiere un valor y un sentido de gratificación emocional independiente de nuestras necesidades calóricas. Asociamos, de forma subliminal, comer y beber con estados anímicos positivos y, por eso, cuando no nos sentimos bien lo compensamos comiendo o bebiendo, aunque no tengamos apetito y en contra de nuestro raciocinio y nuestra salud." Estrategia NAOS

Es precisamente por esto, que os remarco que os toméis el cambio con calma a nivel emocional, es mejor ir dando pasitos que pegar un salto al vacío y pegarte una buena. Porque a nivel emocional y a nivel de entorno, tenemos muchos convencionalismos e influencias que nos pueden re-dirigir a comer de forma poco saludable.


La pirámide nutricional


Recuerdo que de adolescente la miraba y pensaba "¿Ocasional? Pero si los dulces están prácticamente a diario". Y la veía hecha un lío, porque como comía en la escuela, la realidad era otra.

Hace poco, se ha modificado de nuevo la pirámide alimentaria. En ella, podemos ver que han añadido el estilo de vida saludable: ejercicio, equilibrio emocional... Pero por otro, los cereales siguen en la base de ésta, y para colmo los dulces y ultra procesados forman parte del top de la pirámide. 



Aitor Sánchez, hizo una crítica muy buena acorde a esta pirámide, os dejo el enlace para que podáis leer el artículo íntegro, ya que considero que su crítica no deja nada más que decir. También un extracto:



Más que por utilizar una pirámide abogaría por una guía alimentaria que fuera mas especifica, una guía de compra, o de comida o de cena como el plato de Harvard. Y en caso de escoger una pirámide nutricional el ejemplo sería la australiana que, “independiente de que mantiene los pisos, solo incluye alimentos saludables. En la cúspide sólo están los alimentos que deben consumirse en menor cantidad y en la base las frutas y verduras" Aitor Sánchez

Aquí os dejo los dos ejemplos:




Tras todo este post, resumir en que os dejéis de etiquetas y dietas: comed de forma saludable escuchando a vuestro organismo, que al fin y al cabo sois seres individuales. Es así, como yo me he formado mi "DIETA NÓMADA", dónde mi intención es priorizar la comida real, priorizar alimentos de calidad, verduras, frutas y dejar para un consumo más reducido alimentos como los cereales integrales o legumbres.

Informaos, de qué es lo que hacen ciertos alimentos en vuestro cuerpo -más adelante os hablaré de los alimentos fermentados: kimchi, chukrut, kombucha; del gluten, edulcorantes, aceites vegetales, frutos secos... para que podáis formar vuestras bases con información-, y ser críticos con la información que os llega.




Maya ~

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